Miles de villanovenses celebran San Isidro en La Baltasara

El parque de La Baltasara reunió ayer, Día de San Isidro, a miles de personas de todas las edades. Peñas, asociaciones y vecinos participaron un año más en la romería organizada por el Ayuntamiento con la colaboración de la Hermandad de San Isidro. La jornada se inició con la misa y procesión en honor al santo, en la que estuvieron presentes el alcalde, concejales y distintas autoridades.

“Nuestro agradecimiento a los vecinos por participar un año más en esta fiesta, a los distintos colectivos, escuelas y, también, a todos los servicios municipales
implicados en esta celebración”, señaló la concejala de Festejos, Rosa García.

La fiesta volvió a ser el punto de encuentro con vecinos de las ciudades de Le Vésinet y Royston, hermanadas con Villanueva de la Cañada, donde tuvo lugar una comida de hermandad organizada por la Asociación Cultural de Hermanamientos de Villanueva de la Cañada.

Como en ediciones anteriores se recogieron fondos con fines solidarios, que sumados a la cuantía recaudada el Día de la Familia, ascienden a más de 10.500 euros. La recaudación va a destinarse a la Delegación Local de la AECC y a Cáritas de la Parroquia San Carlos Borromeo y Santiago Apóstol.

Para todos los paladares

Además de la tradicional limonada del santo, el público asistente pudo degustar todo tipo de platos (paella, tortilla de patatas, carnes a la parrilla, dulces, etc.) en las casetas de las peñas, así como en el puesto de comida solidaria de la Asociación de Mayores. En el Frutellón, iniciativa municipal para promover entre los vecinos el consumo de frutas, se repartieron más de 500 kilos de fruta de temporada troceada.

Por otro lado, además de actividades y talleres para los más pequeños, durante la tarde actuaron la Banda Municipal y alumnas de la EMMD, así como por las escuelas de baile Sally O´Neill, Sígueme, Amaris y Diana Regaño.

Vaso verde

Durante la jornada, el consistorio puso en marcha un servicio de alquiler de vasos, que permitía a los asistentes alquilar por un euro un vaso de plástico. Dicho euro es devuelto si se entrega el vaso en el punto de recogida establecido para ello. Se trata de una experiencia piloto para fomentar el reciclaje.